En posts anteriores se ha hablado de la teoría relativa al neuromarketing y las metáforas. Ahora bien, ¿cómo aplicarla al caso de la investigación de mercados? ¿Qué inputs pueden aportar cuando es el momento de tomar decisiones empresariales (es de esperar que guiadas por los razonamientos propios del sistema 2-racionalidad)?
Zaltman patentó el sistema ZMET (Zaltman Metaphor Elicitation Technique) para conseguir inputs, a través de las metáforas, que pudieran servir de base a los departamentos de marketing. Como dice él mismo, ZMET “emplea métodos cualitativos para obtener las metáforas, los constructos y los modelos mentales que dirigen la manera de pensar y de comportarse de los consumidores, así como análisis cuantitativos que aportan datos para tomar decisiones de marketing mix y de segmentación”.
ZMET tiene varias etapas. Normalmente se trabaja con muestras de unos 25 individuos, seleccionados según cuáles sean los objetivos de investigación, a los que en un primer momento se les da las líneas maestras sobre las que girará la investigación. En la primera etapa, se pide a los participantes que hagan fotografías o tomen imágenes de diferentes soportes (revistas, libros, periódicos…) de manera que éstas indiquen aquello que el objeto de estudio (una marca, por ejemplo) representa para ellos.
En una segunda etapa, una vez los participantes ya han recopilado las imágenes, se realiza una entrevista en profundidad. La gran ventaja que aporta esta técnica es que permite un desarrollo no dirigido del flujo comunicativo: es el propio participante quien controla los estímulos a tratar, con lo que el proceso de generación de insights por parte del investigador parte de una lógica inductiva, limpia de prejuicios (hasta cierto punto…) y de prenociones. Esto permite recoger información generada en lo más inconsciente del cerebro del entrevistado. La entrevista tiene varios momentos, estructurados y ordenados de la manera que sigue:
La aplicación del ZMET, del uso de las metáforas como vehículo para conseguir insgihts, puede ser de gran interés para los responsables de la toma de decisiones empresariales… cómo orientar una campaña de marketing, qué hacer para dirigir la imagen de marca en una determinada dirección, qué segmentos son más proclives a utilizar un determinado tipo de metáforas… son sólo algunas de las preguntas a las que puede dar respuesta la puesta en marcha de estas técnicas cualitativas.
Sin embargo, pese a ser una técnica fundamentada en teorías propias de las neurociencias, ¿realmente se le puede llegar a aplicar el prefijo «neuro-«? Como se decía al inicio de este artículo, las neurociencias son “un conjunto de disciplinas científicas que estudian la estructura y la función, el desarrollo de la bioquímica, la farmacología, y la patología del sistema nervioso”. Dudo que el uso de las metáforas, aunque muy útil desde el punto de vista de la generación de insights, pueda acogerse bajo el paraguas de las neurociencias.
Como tantos otros vocablos, la palabra “neuro” parece haberse puesto de moda. Como dice Ortega y Vidal, “la eficacia de las neurociencias es simbólica porque la legitimidad del cerebro deriva del significado y sus usos más que de su carácter científico”.
Fotografía: pupski
Hola, me gustaria saber si existe algun caso de empresa que se haya realizado en españa y cuales fueron los resultados
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