Luis Miguel Barral, la víctima que hoy diseccionamos en el Pulsómetro, es un investigador-emprendedor que desde 1990 trabaja a pico y pala en la consultoría que él mismo fundó: Two Much Research Studio. Tomando el relieve en nuestro sillón a Víctor Gil, intentaremos conseguir lo mismo que Luismi persigue con sus encuestas: humanizarlas. Porque, en el fondo, los investigadores también somos humanos.
Luismi Barral tiene una amplia experiencia tanto en lo que refiere a proyectos cualitativos como a estudios cuantitavos. Un todoterreno: lo importante no es la herramienta, sino los insights que puedas sacar de ella. Pero su área de interés va mucho más allá de la investigación… ha hecho del crowdfunding y de la inteligencia ética todo un modus vivendi… a ver qué nos cuenta 🙂
Si tuvieras que describir a los profesionales que se dedican a la investigación de mercados en España con una sola frase…
Compañeros con quien comparto la pasión de escuchar metódicamente y extraer valor de esa cosecha con el fin de inspirar decisiones.
Solidez, fiabilidad, rigor científico… con estas palabras, cualquiera diría que los investigadores somos infalibles. ¿Recuerdas con especial «cariño» alguna de estas situaciones en las que los investigadores fallamos y nos convertimos en humanos?
Fallo cada vez que un participante en una encuesta se aburre. También cuando un cliente no encuentra aplicación en lo que le presento.
Cuando escuchas «investigación de mercados» y «crowdfunding»… ¿te viene a la cabeza alguna historia de amor?
Sí, esa historia se llama El Cosmonauta, el proyecto liderado por tres jóvenes titanes como son Carola Rodríguez, Bruno Teixidor y Nicolás Alcalá. Un auténtico “Romance de Valentía”, por decirlo a lo Concha Piquer.
¿Cuál crees que debe ser el papel de las asociaciones del sector (AEDEMO, ESOMAR, ANEIMO…)?
Conectarnos (mucha mucha conexión) y poner en juego el lado sexy de nuestro oficio.
¿Cuál es el mejor consejo que te han dado nunca?
Un profesor me pilló copiando en un examen, me sacó del aula y en privado me dijo: “ve a encontrar la confianza donde la dejaste olvidada”.
¿Qué le recomendarías a alguien que está empezando en la investigación de mercados y quiere crecer profesionalmente?
Que siga creciendo si este oficio le apasiona. Si tan sólo le parece un modo eficiente de ganarse las lentejas le recomendaría que siga explorando. Sin pasión por el oficio puede que sus responsabilidades y cargos aumenten, que el título de su tarjeta de visita sea un orgullo para sus padres, incluso que gane bastante dinero y el reconocimiento de sus colegas, pero la persona no ganará.
¿Qué es lo que más echas de menos de tus inicios profesionales?
El “tempo” inicial de reflexión nos permitía ir muy rápidos en la formulación de hipótesis y el consiguiente (buen) diseño de las investigaciones.
Se dice que una profesión no existe como tal si no hay chistes que hablen de ella… ¿Conoces alguno?
No es un chiste. Es una anécdota de la vida real que le escuché a Tato Valcárcel, jefe de campo en Random. Un saludo Tato si estás leyendo, va por ti.
Escuche a Tato contar una historia situada en los primeros ochenta, sobre un estudio que estaba conduciendo en Galicia. Convocó al equipo de encuestadores, les dio el briefing, les contó las condiciones de trabajo -“la encuesta se paga a 500 pesetas”-, y les indicó que todas las tardes al finalizar la jornada tenían que traer los cuestionarios a la oficina.
Empezó el trabajo de campo, todo normal. Al acabar el primer día los integrantes del equipo entregaron sus cuestionarios en la oficina, menos uno de los encustadores. El segundo día pasó lo mismo. El tercer día siguió sin dar señales de vida.
Ya se temía lo peor, “otro que abandona sin avisar”. Intentó contactar con él pero nadie descolgaba el teléfono en su casa. Y así pasaron cinco días. Al sexto día, de mañana, se presenta el encuestador “fantasma” en la oficina. Estaba abatido, desanimado, agotado: “lo dejo. Yo no valgo para esto. Trabajo todo el día y sólo he vendido 10”. ¿Cómo? ¿Qué has vendido?, le pregunta Tato. “Pues qué va a ser ¡las encuestas!. La gente me contesta pero luego no me quieren pagar. Aquí tienes las 5.000 pesetas, pero yo lo dejo”.
¿Un grupo de música?
Deep Purple en Made in Japan.
¿El proyecto de crowdfunding más curioso que has visto nunca?
Los habitantes de un pueblo holandés invirtieron en un molino eólico para generar una parte importante de su consumo de electricidad. Los vecinos son ahora co-propietarios de su compañía eléctrica. Esto me hace pensar sobre ese mantra moderno tan extendido “la gente quiere el acceso, no la propiedad”. En fin, la vida es más compleja de lo que parece.
Sabemos que eres un fiel seguidor del Atleti… a ver si te mojas con esta pregunta 😉 ¿Sergio Ramos o Cristiano Ronaldo?
Zidane 🙂
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